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    Marisol Toriz |

    marisoltb0411@gmail.com Directora editorial y Web de Diálogo Ejecutivo, periodista especializada en la IF con 14 años de experiencia en el desarrollo, dirección y coordinación de proyectos editoriales cubriendo las fuentes de salud, negocios, tecnología y asuntos regulatorios, principalmente; además de ser responsable de la gestión de sitios Web y envíos de emailing. Su alma mater es la Universidad Nacional Autónoma de México y ha tomado diversos seminarios y cursos de periodismo especializado, herramientas digitales, liderazgo, comunicación, ventas, relaciones humanas, UX writing y marketing digital en la Universidad Panamericana, La Salle, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey, Google y Dale Carnegie Training, entre otras.

    Derecho Universal a la Salud - GESOC y CIEP

    01 January 2019

    México destina 2.9% del PIB a salud, pero para alcanzar la cobertura universal se necesita aumentar dicho porcentaje a 5.1

     
    La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) reconoce en el Art. 4° el derecho a la salud, sin embargo, la población que cuenta con acceso a dichos servicios es sólo de 76%, por ello es que los centros de análisis Gestión Social y Cooperación (Gesoc) y el de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), presentaron el estudio Derecho Universal a la Salud (DUS) en México: análisis de cobertura y costos 2018, mediante el cual identificaron los grandes retos que deben enfrentar el gobierno y la sociedad para alcanzar dicha meta.
     
    Dichos desafíos son reforzar la rectoría y el liderazgo en las instituciones de salud; asignar recursos a programas a partir de resultados en diseño, fiscalización y transparencia, así como hacer más eficientes los recursos e invertir más en el sector salud.
     
    Durante el periodo 1995-2008, 153 países aumentaron en 10% su gasto gubernamental en servicios de salud, resultado de ello hubo una reducción en la mortalidad de su población: en niños menores a cinco años disminuyó a 7.9 muertes por cada 1,000 individuos en promedio, mientras que en adultos fue de 1.6 (mujeres) y 1.3 (hombres) por cada 1,000.
     
    21% del ejercicio presupuestal destinado a servicios de salud para este año pertenece a programas que no han informado sus resultados del ejercicio anterior
     
    El estudio analizó 22 indicadores de servicios públicos de salud para valorar el cumplimiento del DUS. Los hallazgos de este análisis muestran que los indicadores son inconsistentes y no están armonizados entre las dependencias que otorgan estos servicios ni con los programas correspondientes, lo cual dificulta el monitoreo de avances y cumplimiento.
     
    De acuerdo con el indicador de cobertura de salud de la Organización Mundial de la Salud, en 2015 México presentaba un valor promedio de 76%. Uno de los hallazgos de este estudio señala que brindar este porcentaje de cobertura, únicamente de servicios esenciales – y al considerar el costo individual de cada servicio de salud materna e infantil, enfermedades infecciosas, no transmisibles y prevención- hubiera representado, en 2016, 646,198 millones de pesos [mdp] (3.2% del PIB), cuando ese año a salud sólo se le asignaron 599,742 mdp (2.9% del PIB). Una cobertura de 100% requeriría 1,019,153 mdp (5.1% del PIB). En el estudio también se analizaron 14 programas presupuestales correspondientes a la clasificación Función Salud, del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018, de donde se encontró que 21% del ejercicio destinado a servicios de salud pertenece a programas que no han reportado información de sus resultados (Matriz de Indicadores de Resultados) a la que están obligados, en este caso se encuentra el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA); por lo que no es posible conocer plenamente su desempeño ni población a la que atienden.
     
    Se destaca que existen programas con Alto Potencial de Desempeño y un buen diseño que, en años recientes, reportan cumplimiento adecuado en sus metas, pero que no cuentan con recursos suficientes para alcanzar a cubrir a su población objetivo como son: Prevención y Control de Enfermedades ISSSTE, que ejerce 4,109,545,636 pesos, o Fortalecimiento a la Atención Médica de la Secretaría de Salud que ejerce 901,048,341 pesos. Mientras que otros con calificación de Nula Certeza, como FASSA, cuentan con 93,385,757,549 pesos del PEF 2018.
     
    En ese sentido, el estudio permite generar una recomendación sobre la asignación de recursos: que se asignen a los programas que demuestren resultados y transparencia de su gestión, con potencial de ampliar su cobertura y que atiendan a la mayor proporción de derechohabientes (IMSS, ISSSTE y Seguro Popular).
     
    Respecto a los principales gastos del PEF 2018 correspondientes a 5,335,689 mdp (22.9% del PIB), en orden descendente se tiene que el país priorizó Combustibles y Energía (18.1%), Protección Social (16.9%) Participaciones Estatales (15.4%), Educación (13.5%), mientras que el gasto en salud cuenta con 10.9% equivalente a2.5% del PIB (gasto estrictamente público, sin considerar  gasto privado).
     
    Lo anterior evidencia que el Estado mexicano y sus instituciones no han considerado al sistema de salud como una prioridad, lo cual queda demostrado en tres rubros del estudio: una débil rectoría del sector; el diseño de políticas públicas (programas con indicadores consistentes y cuantificables vs. asignación de recursos); y el tema presupuestal.
     
    Metodología del estudio
    El estudio se centró en tener un panorama amplio y actualizado de la política de salud pública en México al partir de la aspiración a garantizar el DUS establecido en la CPEUM.

    Análisis previos se han enfocado en problemas como la fragmentación de la provisión de servicios y su financiamiento, por lo que han dejado de lado temas sustantivos como la brecha entre cobertura actual y cobertura deseada. De esta forma, el análisis se realizó en tres pasos: 1) un apartado conceptual sobre qué es el DUS y sus componentes; 2) una estimación de la brecha económica y de cobertura en la provisión de salud; y 3) qué tan alineados se encuentran los programas federales de salud para establecer el DUS, es decir, cuál es su desempeño actual.

    Los 22 indicadores para valorar el cumplimiento del DUS fueron: Planeación familiar; Embarazo y cuidado prenatal; Vacunas infantiles; Tratamientos infantiles; Tratamiento de tuberculosis; Tratamiento del VIH; Prevención de paludismo; Agua potable; Hipertensión; Diabetes; Cáncer cervicouterino; Cáncer de mama; Cáncer de próstata; Depresión; Acceso hospitalario; Unidades médicas por cada mil habitantes; Densidad de trabajadores de la salud; Acceso a medicinas del cuadro básico; Porcentaje de la población con alguna forma de aseguramiento médico; Proporción de asuntos recibidos en la CONAMED por inconformidades médicas; Quejas sobre el derecho a la protección de la salud, recibidas en los organismos públicos de derechos humanos; y Porcentaje del gasto corriente monetario trimestral de los hogares en cuidados de la salud respecto al gasto corriente total por deciles de hogares.

    Los 14 Programas Presupuestales de la Función Social, del PEF 2016, se analizaron con herramientas tomadas del Índice de Desempeño de Programas Públicos Federales elaborado por GESOC, la metodología de Matriz de Indicadores de Resultados y evaluaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, para clasificar su desempeño en seis categorías de Óptimo (el más
    alto) hasta Nula certeza (el más bajo).

    Fuente: Gesoc y CIEP, 2018.
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