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OPINIONES

  • 9

    Ferdinard Recio |

    Director general del Centro Acrópolis.

    La autoprotección


    01 November 2019

    Crear una cultura de autoprotección en la población ante cualquier tipo de desastre, es una responsabilidad compartida entre la ciudadanía y las autoridades de los tres órdenes de gobierno

     

    Los días 07 y 19 de septiembre de 2019, se cumplieron dos años de los sismos ocurridos en México con una magnitud de 7.5 en la escala de Richter, los cuales dejaron en el Sistema Nacional de Salud daños en 132 hospitales de los estados de Puebla, Veracruz, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Estado de México y Ciudad de México, pero de acuerdo con el recuento de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, la Secretaría de Salud no tuvo el número de unidades que fueron reparadas en su totalidad y cuántas después de dos años se encuentran aún con daños en su estructura y pueden colapsarse ante un nuevo sismo de esa magnitud en el país.

    Hay que recordar que muchas de ellas sí contaban con un seguro ante siniestros de fenómenos naturales y que corresponde al Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales, por medio de la Coordinación Nacional de Protección Civil, realizar el diagnóstico de los daños y crear el apoyo de 50% del monto total de la inversión, otra parte la otorga el seguro y si existe un faltante le corresponde a la Secretaría de Salud estatal cubrirlo por medio de un fideicomiso que se registra ante el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos para seguimiento del gasto.

    Ante el cambio de gobierno, en las actas de entrega no se encuentra en forma clara qué fue lo que se logró solucionar ni qué actividades quedaron pendientes, por lo que se realiza una nueva valoración de los daños, aún después de dos años de haberse presentado los desastres naturales.

    De ello deriva la importancia de la aplicación del Programa Hospital Seguro de las organizaciones Mundial de la Salud y la Panamericana de la Salud, además de que antes de construir un hospital se debe contar con los estudios de suelo, estructurales, de equipamiento y funcionales, así como la capacitación al personal de los programas de manejo de emergencias internas y externas, los simulacros del programa interno de Protección Civil ante cualquier tipo de fenómeno natural o creado por el hombre en cualquier unidad de salud, ya que como ellos manifiestan las reparaciones salen siempre más costosas cuando esto no se realiza.

    Con estas herramientas, las autoridades podrán mantener una estabilidad económica en la región y una vigilancia epidemiológica.

    Crear una cultura de autoprotección en la población ante cualquier tipo de desastre, es una responsabilidad compartida entre la ciudadanía y las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Al tener una ciudad resiliente se evitan grandes pérdidas humanas y de bienes, además de que así se puede regresar a la vida cotidiana lo más rápido posible. La autoprotección es el mejor mecanismo para seguir con vida.

    Lo anterior cobra relevancia también porque en el presente año, y en estos últimos meses, se han acrecentado los fenómenos socio-organizativos en los establecimientos de los servicios de salud, donde a plena luz del día ingresan comandos de lo ajeno para robar la nómina de quienes la entregan en efectivo, al mismo tiempo que aprovechan para despojar de sus pertenencias a los médicos, las enfermeras, el personal administrativo y los pacientes que se encuentren dentro de estos lugares.

    Asimismo, los comandos del narcotráfico entran a las unidades de salud donde tienen conocimiento que se encuentra una persona que ha sido herida por ellos, con el fin de quitarle la vida para que no pueda identificarlos o denunciarlos ante las autoridades correspondientes.

    Así que ya no sólo tenemos que crear una cultura preventiva ante los fenómenos perturbadores que sabemos se presentan durante todo el año y de los cuales las autoridades de Protección Civil nacional, estatal y municipal brindan información oportuna para que los pobladores de cualquier ciudad, pueblo, municipio o pequeña localidad se encuentren preparados, también debemos aprender la autoprotección y formar redes de apoyo para estar alertas, eludir el robo o la agresión y denunciar ante las autoridades correspondientes.

    Es nuestra responsabilidad aprender a estar preparados ante este tipo de acontecimientos, por ello debemos crear brigadas de ciudadanos que estén siempre alertas al encontrar cualquier situación que no sea natural o cotidiana en nuestra manzana o cuadra, así como al ingresar a una unidad de salud, percatarnos que se encuentra bien vigilada.

    Recordemos que una población que se encuentra unida y preparada para prevenir cualquier riesgo ante algún agente perturbador en cualquier zona, ya sea donde habita, trabaja o disfruta para realizar deporte al aire libre, así como sus caminatas de mañana o tarde, podrá sentirse segura, donde la gobernabilidad existe para protegerla y salvaguardar su vida y sus bienes.

    Cada día aprendamos a recordar que crear una cultura de Protección Civil nos permite tener una ciudad resiliente, fortalecida, segura y con paz social. Saber convivir con seguridad nos brinda paz social.

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