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OPINIONES

  • 13

    Edgar Díaz |

    Twitter: @BoehringerMX Es director de Recursos Humanos de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y el Caribe.

    Salario emocional


    01 July 2020

    Dentro de la competencia que existe en el mundo laboral, desde hace algunos años el sueldo no es el único ni el más decisivo indicador de la permanencia y satisfacción de los colaboradores. Cada vez buscan retribuciones que vayan más allá de lo económico, es decir, aquéllas que les ofrezcan una mejor calidad de vida. A este tipo de incentivos cualitativos se les conocen como “salario emocional”, y no sólo incrementan el sentido de pertenencia del trabajador y le ayudan a construir un compromiso bilateral, sino que también actúan como un factor clave de motivación.

    Esto es valioso en sectores de alta eficiencia como la IF que, debido a su constante evolución, requiere capital humano especializado y competitivo en toda su cadena de valor. 
     
    Hoy día, las nuevas generaciones buscan incorporarse a compañías con buena reputación, que sean congruentes, empaten con sus valores, brinden prestaciones superiores a las de la ley y tengan un verdadero compromiso social.
     
    Sin embargo, muchas empresas caen en el error de creer que una persona va a dar lo mejor de sí misma por un sueldo al final del mes. Aunque sentirse reconocida en ese aspecto es básico, las herramientas de motivación, aplicadas a nivel individual y colectivo, son fundamentales.
     
    Por ejemplo, en la farmacéutica donde soy director de Recursos Humanos, diseñamos programas de atracción, retención y desarrollo de talento con base en cuatro pilares estratégicos: Generación, Género, Geografía y Discapacidad, al tiempo que implementamos esquemas de compensaciones, planes de sucesión y otros privilegios que les ofrecen un equilibrio entre vida personal, familiar y laboral.
     
    Una de las prácticas es la creación de estilos flexibles de trabajo. Implementarlo exige un adecuado uso de herramientas e infraestructura digital, seguridad y soporte para que la red de la organización esté 100% conectada, sea eficiente y funcional.
     
    Asimismo, hay otros estímulos como políticas internas de diversidad e inclusión; licencias de paternidad y maternidad con goce de sueldo durante más días a los indicados por el marco legal; comunicación transparente a todos los niveles y sin represalias; Compliance y códigos de conducta que garantizan que la empresa se maneja con ética e integridad en todos sus procesos; programas de bienestar y una plataforma que permite a los colaboradores contar con herramientas de bienestar físico, emocional, financiero y de balance vida-trabajo.
     
    RSC: FACTOR RELEVANTE
     
    Mediante la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) la empresa vincula su vocación o razón de ser con un propósito. Por lo general, son acciones que contribuyen al mejoramiento social, económico y ambiental de las comunidades donde opera.
     
    Así, cuando se trata de apoyar o invertir en proyectos que resuelvan un problema que nos afecta a todos, al final no sólo se mejora la imagen/reputación de la compañía, también permite captar y retener al personal, elimina los índices de rotación y absentismo, mejora el clima laboral y genera colaboradores contentos y productivos.
     
    De hecho, la RSC es uno de los factores más importantes para que los millennials y centennials decidan incorporarse a una empresa. Cuando optan por un empleo, lo económico pierde peso frente a variables como la adecuación de éste a su proyecto de vida. Por tanto, prefieren organizaciones comprometidas con la sociedad o el planeta y valoran los entornos que promueven la multiculturalidad y diversidad. En plano, la RSC ayuda a diseñar y ofrecer propuestas novedosas y atractivas para este nuevo perfil de trabajadores.

     

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