OPINIONES

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  Ferdinard Recio |

  01 January 2020

  Director general del Centro Acrópolis.

  

  Optimismo ilusorio

  
  01 January 2020
  

  Durante todo el año 2020, el mundo tuvo que reconocer que la pandemia por COVID-19 era una realidad, donde sin importar edad o género es muy fácil contagiarse; más cuando no se respeta la sana distancia, el uso de cubrebocas, lavado de manos frecuente, uso de gel antibacterial, limpieza del calzado y demás medidas recomendadas por las autoridades sanitarias internacionales y nacionales.

   

  El protocolo de prevención también solicitó a la población evitar asistir a reuniones de más de ocho personas, pero al no seguirse las indicaciones varias entidades de la República Mexicana han reportado un alto número de contagios, por lo que se encuentran en semáforo epidemiológico rojo.

   

  El año cerró con más de 120 mil defunciones a nivel nacional, más de un millón 300 mil pacientes confirmados y 220 mil sospechosos de contagio. 

   

  La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios notificó que México fue el cuarto país en el mundo en aprobar como uso de emergencia la aplicación de la vacuna contra COVID-19 producida por Pfizer, con lo cual arribaron los primeros cargamentos para vacunar al personal de salud que atiende a los pacientes hospitalizados por COVID-19, así como a quienes aplican las pruebas de detección en centros de salud, laboratorios y quioscos de salud.

   

  Crear una cultura de prevención en salud para la población abierta no es fácil porque no estamos acostumbrados a cuidar nuestra salud, es un aspecto que solemos dar por hecho, al estar sanos no nos ocupamos de cuidarnos.

   

  Por ello, conviene recordar que este 2021 seguimos a la expectativa de cómo evoluciona la pandemia, cómo actúa la población ante esta enfermedad y aunque la industria químico-farmacéutica realice su mayor esfuerzo para crear más vacunas y siga en la búsqueda por un tratamiento que controle o cure a la COVID-19 de forma efectiva o evitar que deje secuelas en los órganos afectados, si la población no cumple con su responsabilidad será muy difícil superarlo.

   

  Ser preventivos nos mantendrá vivos y sin afectaciones en nuestra salud.