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OPINIONES

  • 35

    Paola Floris |

    Presidenta de CHEP Latinoam

    Lecciones post pandemia


    01 September 2021

    Nadie habría imaginado que hace dos años un virus lograría vaciar las calles, cerrar negocios, cines, restaurantes, escuelas, fronteras y detener, de forma repentina, la economía mundial.

    Ciertamente yo no lo imaginé. Desde entonces, el mundo ha cambiado y la crisis nos ha dejado lecciones importantes, aquí cinco de ellas:

    1) Estar preparados para lo inesperado, mantenerse receptivos al cambio y ser flexibles ante nuevas opciones.

    Algunos han llamado a esta pandemia el cisne negro, pero yo la considero un rinoceronte gris; es decir, una amenaza altamente probable y de gran impacto, aunque descuidada. Cuando salimos de nuestras oficinas en marzo de 2020, era imposible saber que no volveríamos ni siquiera después de 17 meses. La mayor lección fue que cada negocio necesita estar preparado ante un cisne negro o un rinoceronte gris, y contar con un plan escalable y eficiente.

    La pandemia nos llevó a aprender cómo hacer más con menos. Tuvimos que separarnos rápidamente de los eventos presenciales y cambiar todo al mundo digital. El trabajo remoto provocó nuevas formas de gestionar actividades, sin sacrificar la productividad. Sin duda, esto reforzó el valor de contar con un equipo flexible al cambio.

    2) La empatía es una de las habilidades más importantes.

    Ser empático significa ser consciente de que cada persona pasa por distintas experiencias durante una crisis. Alguien alguna vez dijo que en esta pandemia estamos todos en el mismo barco, y yo creo que no, sí compartimos el mismo mar, la misma tormenta, pero en barcos distintos con equipos diferentes.

    La experiencia puede ser distinta para cada persona y una sola puede no ser representativa para la población en general. Por esta razón, en el trabajo la empatía se convierte en una de las habilidades más significativas que debe poseer un líder para comprender a los integrantes de su equipo.

    3) Los líderes pueden mitigar el estrés de los colaboradores y promover un balance sano entre vida-trabajo.

    Como líderes, es nuestra responsabilidad apoyar a nuestros colaboradores a manejar el nivel de estrés, el cual no sólo se relaciona con el trabajo, es por la pandemia, el entorno político y las tensiones socioeconómicas que se han incrementado.

    Además, con el trabajo vía remota los colaboradores tienen que desempeñar varios roles: padres/madres de familia, cuidadores de personas de la tercera edad y miembros de una comunidad que se apoya en tiempos difíciles.

    El nivel de agotamiento es, por tanto, mucho más grande, pues los trabajadores entran y salen constantemente de reuniones virtuales. El cansancio por las labores del hogar y del trabajo son evidentes. 

    4) La importancia de las relaciones humanas.

    Por un lado, vivimos en un mundo distinto y nuestra casa se ha convertido en un espacio de trabajo con el reto constante de desconectarse en las noches o durante los fines de semana; por otra parte, hemos redescubierto momentos de calidez familiar, horas para dedicar a nuestros seres queridos, por ejemplo, para comer juntos.

    Esta situación nos ha enseñado a valorar las pequeñas cosas que, abrumados por una vida agitada e incesante, habíamos olvidado.

    5) Todos tenemos un rol importante.

    Nos hemos dado cuenta de que sin nuestros colaboradores “esenciales”, nuestros negocios no podrían funcionar y, mi sentido de gratitud, lo dedico a este tipo de colegas. Sin ellos, las compañías no podrían haber sobrevivido, como lo sufrieron algunas, y los clientes habrían tenido problemas para acceder a productos y alimentos básicos en las tiendas y farmacias.

    Todos estamos conectados, debemos sacar lo mejor de esta crisis y seguir con los cuidados en este nuevo mundo post pandemia.

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