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OPINIONES

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    Hugo Lobato |

    lobatoh@cefrp.com.mx Fundador y director general de la agencia de relaciones públicas y comunicación CEFRP. Cuenta con estudios en mercadotecnia por la UTN y el ITAM, es licenciado en Ciencias de la Comunicación y cursa una Maestría en Periodismo Político en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Asimismo, ha tomado diplomados en Reputación y escándalo, Manejo de la Comunicación en Crisis en la Universidad Iberoamericana; Gestión de Criris de Comunicación en Redes Sociales en la Universidad La Salle, entre otros.

    El valor de la comunicación


    01 November 2020

    Estimado lector, cuando lea esta columna es probable que queden pocos días de este caótico año 2020 que provocó la COVID-19; o quizás, ya nos encontremos en una etapa donde el cubrebocas, la sana distancia y lavarse las manos, cuantas veces sea necesario, son parte de nuestra cotidianidad.

     
    En retrospectiva, es importante rescatar los aprendizajes de lo que el nuevo coronavirus nos dejó, en particular en las áreas de comunicación y reputación institucional, basta retomar la frase “Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla”.
     
    El confinamiento prolongado a causa de la pandemia sacudió al mundo paulatina y velozmente, sin distinción de creencias religiosas, color de piel o estatus social; en el caso de las organizaciones públicas y privadas se tuvieron que reorganizar para tratar de seguir con sus operaciones lo más apegadas a lo que conocíamos como normal.
     
    COMUNICACIÓN INTERNA
    En este reordenamiento, la comunicación interna se desarrolló más que nunca, con el apoyo de plataformas tecnológicas, mandos directivos de las empresas encontraron los canales de comunicación idóneos para crear diálogos a distancia con sus colaboradores en todos los niveles y, así, dar certidumbre sobre cómo enfrentaban tanto la crisis sanitaria como la económica.
     
    Quienes veían el home office como algo impensable, hoy es una realidad difícil de descartar, por lo que, con mayor razón, los responsables de gestionar dicha comunicación deberán ser estratégicos y creativos para capitalizar las tecnologías de la información que les ayuden a difundir de manera efectiva sus mensajes clave.
     
    REPUTACIÓN
    Es importante decir que esta situación apocalíptica extraída del guion de una película de ciencia ficción, empujó a que más empresas experimentaran la importancia de gestionar su reputación a través de la comunicación externa que, de forma genuina, llevaron a cabo acciones de valor para la sociedad y sin esperar nada a cambio.
     
    Ante esto, la recomendación es que ahora lo hagan continuamente para fortalecer ese músculo que estaba dormido, porque tenían la idea de que no les representaba nada en sus estados financieros; aunque seguramente ya se dieron cuenta que la comunicación es un intangible que suma a su reputación, la cual hay que salvaguardar en todo momento.
     
    En esta misma tesitura, compañías que ya contaban con protocolos de contención de crisis y directivos capacitados para su implementación, salieron a flote por el simple hecho de haberse preparado.
     
    Lo negativo lo vivieron aquellas instituciones que desecharon la posibilidad de desarrollar sus habilidades comunicativas y de gestión de crisis para reaccionar con celeridad ante el cierre de establecimientos, así como la
    reducción de materias primas por parte de sus cadenas de suministro, lo cual afectó la producción y distribución de productos que no llegaron a clientes cada vez más exigentes con un amplio menú de opciones.
     
    Todo lo anterior se resume en romper el silencio con las audiencias y salir del anonimato en el momento adecuado. 
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