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Tecnología y Placeres

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    Gabriel Garcí­a |

    ggarcia2007@gmail.com Es licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva por la FES Acatlan, UNAM. Tiene más de 10 años en periodismo de investigación, ciencia y salud. En la actualidad es editor en jefe de Conversion21.com y consultor en tecnología y aplicaciones digitales para la salud.

    Libro En qué pensamos cuando pensamos en futbol


    01 November 2018

    Después del gran fracaso de la Selección Mexicana de Futbol, muchos aficionados quedaron desencantados con el accionar y el sueño del quinto partido que el equipo nacional logró vender con mucha ilusión persuasiva, gracias a los medios de comunicación masiva. Que más allá de ser objetivos e imparciales les interesaba su ego electrónico, el rating.

     

    Ante este panorama, el filósofo británico Simon Critchley, publicó su libro En qué pensamos cuando pensamos en futbol, en donde parece tomarse muy en serio aquella máxima de devolver la filosofía a la calle.

     

    Nada le es ajeno, como demuestra en este libro de 164 páginas, donde hibrida su amor por el deporte rey con su incisiva mirada filosófica.

     

    El futbol es la libre asociación de seres humanos, como en su tiempo lo dijo Marx, pero en la actualidad ya no sólo son 22 jugadores tras un balón, ahora es un escaparate de marcas e ilusionismos, un escaparate para crear necesidades, innecesarias.

     

    “El futbol hunde (o hundía) sus raíces en el sentimiento de pertenencia a un lugar y una comunidad que, en su momento, encarnó cierta idea de utopismo comunitarista y fue parte importante de la cultura obrera: era un deporte de equipo, de asociación, socialista, donde el conjunto estaba siempre por encima de las individualidades, por importantes que éstas pudieran ser”, menciona el filósofo.

     

    Los jugadores vienen y van, mientras que los aficionados son el archivo, la memoria del equipo, quienes lo anclan en la historia. Son parte activa del futbol, tanto en experiencia como en colección de momentos.

     

    Entre los recuerdos más queridos y tempranos de Critchley están los de ir a ver con su padre los partidos del Liverpool, el equipo de sus amores, un amor que ha sobrevivido a la infame mercantilización y desnaturalización que ha sufrido este deporte en las últimas décadas.

     

    Cada equipo es una estructura móvil y cambiante que se enfrenta a otra del equipo rival.

     

    Al compaginar pasión y rigor, análisis y devoción (porque, al fin y al cabo, ¿qué es el futbol, qué es la filosofía sin entusiasmo?), Critchley se acerca a este fenómeno planetario desde perspectivas de clase, género, estética y nos ofrece un libro que es un inspirado e inspirador ensayo como un sentido homenaje a este deporte inmortal.

     

    A diferencia de otros deportes como el golf y el tenis, o incluso el béisbol, el criquet y el baloncesto, el futbol no se basa en individualidades. Aunque no quepa duda de que cuenta con un régimen de estrellato basado en la fama, donde ciertos jugadores reclaman y cultivan sumas cada vez mayores de autonomía financiera, el futbol no tiene que ver con la consideración de los jugadores uno por uno, por muy dotados que estén. El futbol tiene que ver con el equipo esencialmente colaborativo.

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